La mujer y su divinidad en el culto a la Diosa Madre.
La mujer y su divinidad
En la actualidad existe una lucha de miles de mujeres buscando igualdad, exigiendo respeto y reclamando seguridad, esta lucha hoy en día se le conoce como feminismo.
Pareciera que las feministas como suelen llamarse actualmente exigen más que igualdad entre hombres y mujeres, libertad sexual, seguridad e integridad.
Y es que sucede que de unos años para acá, para miles de muertes de mujeres, sin motivo aparente han comenzado a suscitarse y las mujeres entre marchas, gritos y pancartas, exigen “ni un menos”.
Los años han pasado y ese sexo femenino que en un pasado era considerado divino, hoy tiene que salir a las calles a exigir seguridad y respeto.
La mujer y su divinidad.
Como mencionaba anteriormente, en épocas del paleolítico la mujer jugo un papel primordial y divino dentro de las primeras agrupaciones de humanos.
Como es bien sabido el humano es un ser curioso que trata de explicar todo lo que le rodea, en su necesidad de explicar su mundo, la existencia y lo que hay en su entorno se da lo que definimos como religión pagana, surge la creación de algunos dioses que ayudaran a comprender más la existencia humana y darle sentido a esta.
Dentro de esta creencia, se afirma la existencia de un Dios Femenino, asocian a la tierra como la madre que da vida a su hijos (los humanos), y a su vez asocian a la mujer como el ser que tiene mayor conexión y cercanía con Dios, por lo tanto las mujeres son divinas y celestiales.
Durante mucho tiempo la mujer fue considerada la portadora de la espiritualidad, la iluminación y la inteligencia mientras que el hombre tenía atributos más rudos como la fuerza y la violencia.
Ante tal división, la mujer por un tiempo considerable fue tratada con amor y respeto, se le cuidaba y su tarea era la de proteger la descendencia, desarrollar actividades como la agricultura y ser el puente directo con la diosa madre.
Como culto a la Diosa madre podemos notar que existen diversas estatuillas de “Venus paleolíticas” se dice que estas fueron talladas hace más de 20.000 años que representan mujeres con los rasgos sexuales muy predominantes; nalgas, vulva, senos o caderas aparecen mucho mayores en relación al resto de la anatomía de la escultura.
Esto debido a que la fertilidad de la Diosa madre era admirada y respetada, y todos estos aspectos eran conectados con todas y cada una de las mujeres de esa época.
En distintas culturas existen formas de interpretar y sustentar aquella creencia en la Diosa madre por ejemplo, en la cultura Andina la Pachamama y en la cultura Anahuaca la Cuatlicue, ambas representando la fertilidad y a la madre tierra.
Negación de La mujer y su divinidad.
Después de que el hombre era quien cuidaba del ser sagrado que era la mujer, yéndose él a cazar, arriesgando su vida para enfrentar a fieros animales y así poder llevar alimento a las comunidades donde las mujeres aguardaban.
La situación cambio, con el crecimiento de las aldeas y el desarrollo de comunidades comenzaron a surgir otros intereses, el hombre comienza a sacar esos instintos violentos natos, la ambición por hacer crecer las aldeas nace, y surge la guerra entre las asentaciones humanas.
Entonces se da un cambio de rol muy notorio, cuando se daban las luchas entre aldeas, los integrantes de la aldea vencida pasaban a ser propiedad de la vencedora, y es aquí cuando las mujeres lejos de seguir siendo vistas como seres divinos, pasan a ser sirvientas y esclavas.
Comienza a darse una lucha de género, en el que el cuestionamiento ¿Por qué si los hombres son los que van a la lucha a arriesgar sus vidas, son menos divinos que las mujeres? Es aquí donde comienza a negarse el culto a la Diosa, dando comienzo a la creación de diversos Dioses que representaran la valía de lo masculino.
Y es donde tiempo después, una vez desarrolladas diversas asentaciones y una notoria división de poderes, las mujeres comenzaran a ser vistas como objetos sexuales, y dará inicio a lo que conocemos como sociedades patriarcales, cobijadas por los Dioses solares en las diversas representaciones culturales.
Dentro de las sociedades patriarcales, podemos observar una notoria negación de la mujer, un antagónico constante de las mujeres en la sociedad y en la religión, por ejemplo en el Islam a la mujer se le niega cualquier participación jurídica, en el judaísmo se le da una participación como el complemento del hombre, es decir se le da un valor inferior al hombre.
En el cristianismo es aún más notorio, desde la historia de Lilith creada de la misma manera que Adán y expulsada del paraíso por no someterse a los deseos de Adán, dando así paso a la existencia de Eva, quien ya no fue creada de la misma forma que Adán y Lilith si no de una costilla de Adán, dando así por hecho el sometimiento de la mujer ante el hombre.
Hasta la historia de María Magdalena, quien se presume fue esposa de Jesús, fue borrada de la historia como tal, y plasmada como una prostituta.

La mujer y su divinidad, y la lucha por recuperarla.
Una vez que el culto a la Diosa fue destituido, y las mujeres pasaron de ser divinas a ser vistas como objetos sexuales, existieron distintas personalidades que trataron de llevar a cabo una lucha por recuperar el valor de la mujer dentro de la sociedad.
Tal es el caso de personajes como Juana de Arco, Sor Juana Inés de la Cruz y todas aquellas mujeres de la edad media que en su intento por aprender, practicar y desarrollar, ciencia, poesía o arte fueron tachadas de brujas y quemadas en la hoguera.
Y la lucha siguió y sigue en pie, con las diferentes olas del feminismo que se han vivido en la historia léelas aquí https://debatenacional.club/feminismo-una-historia
Es una realidad que después de que las mujeres eran divinas, se dio una decadencia de su divinidad bastante impactante, pero ¿qué pasaría si el culto a la diosa fuera recuperado y las mujeres fueran consideradas nuevamente como la conexión más directa con lo divino?
En primer lugar quizás tanta violencia, y muerte de mujeres en manos de hombres terminaría.
Pero las mujeres después de tantos cambios sufridos a lo largo de los años, ¿aceptarían tal definición? o el hecho de que las consideraran nuevamente divinas y sabias, las conflictuarian a tal punto, que no podrían coexistir con tal definición, pues las luchas actuales del feminismo buscan la igualdad de derechos cívicos y laborales, mientras que en la antigüedad las mujeres en realidad eran veneradas, cuidadas y mantenidas por el valor que representaban en la vida comunitaria y espiritual.









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