La biografía de la Malitzin la historia de una venganza

La biografía de la Malitzin la historia de una venganza

Cuando me preguntan sobre historias de superación en la vida, muchas vienen a mi mente, pero ninguna es tan impactante como la de Malinalli, también conocida como Malitzin o Malinche.

A pesar de que se ha hablado mucho sobre ella en términos de traición, en México es considerada una figura polémica, a menudo señalada como la responsable de la conquista. Personalmente, solo le atribuiría parte de ese crédito, ya que, si bien su papel fue significativo, considero que, sin ella, los planes de conquista habrían enfrentado mayores obstáculos y habrían tardado mucho más en realizarse, tal vez con otros protagonistas.

Prefiero ver a Malinalli no como una traidora, sino como una mujer que buscaba venganza. Su vida comenzó con una serie de eventos desafortunados que la llevaron de aspirar a una vida modesta para los nativos de México a caer en desgracia y ocupar una de las posiciones más humildes.

Ahora, adentrémonos en su historia para descubrir más sobre este fascinante personaje.

La biografía de la Malitzin

El origen de deseo de venganza de Malitzin.

La biografía de la Malitzin

Malinalli nació en una familia Náhuatl humilde de una comunidad cerca de Coatzacoalcos Veracruz en 1500 su futuro no era prometedor, pero tampoco parecía trágico digamos que algo normal, era una chica de mente laberíntica demasiado autónoma con grandes sueños y aspiraciones a pesar de su presente.

Pero también un poco complicada contestona y rebelde el primer gran hecho que cambio su vida fue la pronta muerte de su padre dejándola huérfana y poniendo la primer gran piedra en su camino.

En esos tiempos el no tener padre era una desgracia real y generaba muchos conflictos para el futuro de la pequeña.

Su madre era joven y pronto se volvió a casar en la cultura era común que los padres criaran hijos ajenos, pero sí se hacía una distinción muy clara. Con Malinalli fue peor su carácter rebelde contestatario ocasiono muchos conflictos en la familia.

La situación se volvió tan insostenible que la madre de Malinalli empezó a temer que su pareja la dejara adicional a todo llego un nuevo hijo Varón lo cual complica aún más cada detalle a tal grado que la madre de Malintzi tomo una decisión radical y la vendió como esclava a unos comerciantes de la región.

En este punto paso de tener una vida humilde a ser una niña esclava que sería vendida al mejor postor.

En este punto ya parece una vida desgraciada, pero todo fue aún más haya, los comerciantes llevaron a la niña a Yucatán con los Mayas y fue vendida a una cultura diferente, con cultura e ideas muy diferentes.

Los mayas deformaban sus cráneos para elevar los estándares de belleza y hacían que los bebes fueran bizcos o sufrieran de estrabismo lo cual era un rasgo de distinción y belleza.

Para los mayas Malintzi era un fenómeno horrible y muy raro sin ningún valor, y fue entregada a un gran cacique maya TabsCoob el cual desde niña la usaba para acariciarla sexualmente en público y para ser humillada por ser diferente.

Esta humillación duró 10 años, me imagino que en este punto ella se preguntaba por qué su mamá la había vendido, que más le pasaría en la vida que pasaría en unos años que ya no fuera útil al cacique a donde la mandarían.

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Una luz en la biografía de Malintzin

En este punto, la vida de Malintzi parecía carecer de futuro y aspiraciones. Había caído en desgracia y, a pesar de ocupar el escalafón más bajo, lograba destacar gracias a su viveza y rapidez mental.

Sin embargo, llegó un evento que, en un principio, parecía ser solo otra calamidad, pero con el tiempo se convirtió en el pequeño golpe de suerte que cambió la vida de la gran Malinche. La llegada de los españoles en 1519 y la derrota del cacique por Hernán Cortés resultaron en que la entregaran como tributo o regalo a los propios españoles, quienes la bautizaron y entregaron como botín de guerra a Alonso Hernández.

El hombre con quien había vivido y complacido de muchas maneras durante algunos meses ahora era su dueño como botín de guerra, un español extraño lleno de bellos y con un olor desagradable. Pero después de tantos años de esclavitud, pensó que eso era normal.

La fortuna de Malintzin cambió cuando los españoles llegaron a tierras nahuas y enfrentaron problemas de comunicación. Aunque tenían a Jerónimo de Aguilar para traducir del maya, él no entendía nada de náhuatl.

Con una mente tan rápida y perspicaz, a Malinalli le encantaba destacarse. Por eso, en cuanto tubo la oportunidad, comenzó a ayudar a interpretar el idioma para los españoles, traduciendo del náhuatl al maya. Esta habilidad la transformó de una esclava y botín de guerra a un valioso recurso para los españoles.

Ella entendía que tenía una oportunidad de cambiar su destino y desde el principio buscó la manera de ser lo más útil posible para ellos.

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Ganándose un lugar desde la esclavitud.

Ahora, siendo propiedad de los españoles, pero también una herramienta invaluable, Malinche enfrentaba un desafío crucial: los españoles apenas la conocían y tenían dudas sobre si traduciría correctamente o los llevaría a caer en una trampa. Este era uno de los mayores obstáculos que tendría que superar Malinche.

A pesar de la desconfianza que suscitaba entre los españoles, le otorgaron una posición de confianza en los siguientes encuentros con diferentes jefes de tribus. Sin embargo, debido a las ideologías arraigadas en la región, los nativos menospreciaron su papel y trataron de atacar su participación en las reuniones.

Tanto Chicomacatl, el cacique de Zempoala, como los numerosos enviados de los Tenochcas intentaron humillar a Malinche por su género y posición. Durante las reuniones, fue objeto de burlas y afrentas, mientras que sus compatriotas la menospreciaban. A pesar de esto, la utilidad de Malinche para los españoles resultó en que le otorgaran una posición más destacada y la valoraran más.

Malinche era conocedora de casi toda la información, motivos e intenciones de los españoles en México. Además, gracias a su aguda inteligencia, pronto aprendió español. Aunque los españoles no lo sabían, ella entendía sus conversaciones y planes.

Motivada por el trato recibido y el deseo de venganza, Malinche decidió que pertenecer a los españoles le brindaría la oportunidad de llevar a cabo lo que anhelaba: vengarse y desmantelar la sociedad que la había esclavizado. Desde ese momento, enfocó todos sus esfuerzos en garantizar el éxito de su grupo.

Malinche no solo fungía como intérprete, sino que también ayudaba a los españoles a comprender las costumbres y estrategias de batalla de los nativos. En muchas ocasiones, asumió la autonomía en las negociaciones basada en su dominio del idioma.

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El empoderamiento de Malintzi

Con el paso del tiempo, el papel de esta persona se volvió crucial, tanto que Hernán Cortés encontró una forma muy eficiente de deshacerse de Alonso Hernández enviándolo a España, quedándose así con Malintzi en su posesión y convirtiéndola en su concubina a partir de ese momento.

Cortés, líder de los españoles y un militar poderoso, temido por muchos gobernantes de México, elevó a Malintzi a posiciones destacadas en la vida. Ahora era una de las mujeres más importantes del continente. Sin embargo, este ascenso no fue gratuito. En este punto, Marina, como era conocida en su versión católica, ya dominaba el español y ya no se necesitaba a Jerónimo de Aguilar para realizar interpretaciones. Por tanto, fue ella quien se encargó de negociar con los Tlascaltecas.

Aunque en teoría era una intérprete, en realidad su opinión no podía quedarse callada y a menudo tomaba partido y realizaba traducciones según entendía que serían más beneficiosas para los intereses de los españoles. En las negociaciones, mostraba una diplomacia que rivalizaba con la de cualquier cónsul internacional, pero también podía ser amenazante cuando era necesario, superando incluso a los dictadores más sanguinarios en su firmeza.

Gracias a los resultados obtenidos, Marina empezó a disfrutar de más libertades. Su habilidad para negociar hizo que el cacique de Cempoala se convirtiera en amigo de Cortés y que la forma en que llevaba las pláticas con los señores de Tlaxcala garantizara una poderosa alianza para los españoles.

Cuando los españoles llegaron a Tenochtitlan, Marina ya era una mujer respetada en toda la región, la compañera del poderoso Cortés. Esto le permitió mantener una posición de igualdad al iniciar conversaciones con Moctezuma.

En este punto, vemos cómo una niña de un pueblo olvidado, proveniente de una familia humilde, que pasó a ser esclava de una cultura extraña que la consideraba un fenómeno, ahora estaba hablando directamente con el poderoso Moctezuma. A lo largo de las batallas finales en Tenochtitlan, Marina asumió un papel determinante, desempeñando un papel crucial para la conquista.

Tras la caída de los Tenochcas, Marina encontró su venganza contra una cultura que la había puesto en desgracia, menospreciado y humillado, convirtiéndola en una esclava de poco valor. Unida a otra cultura que la acogió, cuidó y le otorgó un lugar que nunca imaginó, Marina se convirtió en una mujer acaudalada y se le proporcionó un esposo de alto valor.

Aunque su vida fue breve, vivió cinco años siendo la mujer más importante y trascendente de América, posiblemente del mundo, considerando la posición que España alcanzó gracias a la conquista de México. En conclusión, el papel que desempeñó Malitzin no fue de traición, sino que asumió el mejor papel para ella y, al final, apreció a aquellos que la apreciaron, encontrando algo diferente en una vida donde nadie la valoraba y siendo etiquetada como una mujer de poco valor. Su aprecio y valorización le permitieron alcanzar su mayor potencial.