Ultramaratón de Las Vegas: Mujeres Rarámuri Dejan Huella Histórica
Las mujeres rarámuri han escrito una página memorable en la historia del deporte al completar The Speed Project (TSP), una carrera de ultramaratón de tres días que se extiende desde Los Ángeles, California, hasta Las Vegas, Nevada, cubriendo una distancia de 540 km.
Conocidas por su asombrosa resistencia y habilidades atléticas, estas corredoras forman parte del grupo «Ra Ra Ra» y se destacaron no solo por su destreza en la pista, sino también por sus impresionantes vestuarios tradicionales. Corriendo con sus huaraches típicos en lugar de tenis, Verónica Palma, Ulisa Fuentes, Isadora Rodríguez, Lucía Nava, Rosa Para y Argelia Orpinel se convirtieron en las primeras mujeres rarámuri en completar esta desafiante carrera de ultramaratón.
En un desafío que pone a prueba los límites físicos y mentales de los participantes, las mujeres rarámuri no solo completaron con éxito la exigente carrera en el implacable desierto de Nevada, sino que también destacaron por su gracia, determinación y espíritu inquebrantable.
Desafiando terrenos áridos y condiciones climáticas extremas, estas atletas indígenas demostraron una resistencia sin igual mientras avanzaban incansablemente kilómetro tras kilómetro.

Su participación no solo es un testimonio de su excepcional talento deportivo, sino también una poderosa ilustración de la rica herencia cultural arraigada en su comunidad. Su valentía y determinación destacan la importancia de preservar y honrar las tradiciones ancestrales de las mujeres rarámuri.
Celebrando la Cultura y la Tradición de las Mujeres Rarámuri en el Deporte
Las mujeres rarámuri, también conocidas como mujeres tarahumaras, provienen de una comunidad indígena en el norte de México conocida por su rica herencia cultural y su tradición de correr largas distancias. Para las mujeres rarámuri, correr es más que un deporte; es una parte integral de su identidad y su conexión con la naturaleza. A lo largo de los años, han cautivado al mundo con su increíble resistencia y su enfoque en la armonía entre el cuerpo y el espíritu.
Desafíos y adversidades
A pesar del destacado talento atlético y la riqueza de su legado cultural, las comunidades rarámuri enfrentan una serie de desafíos y obstáculos en la actualidad. Estos incluyen la pobreza, la marginación y la falta de acceso a servicios básicos como educación y atención médica. Las difíciles condiciones económicas a menudo obligan a las familias rarámuri a migrar hacia zonas urbanas en busca de empleo, lo que a su vez puede resultar en la disolución de los lazos comunitarios y culturales arraigados en su tradición.

Conexión espiritual con la naturaleza
La conexión profunda de las comunidades rarámuri con la naturaleza es una parte fundamental de su identidad y su cultura. Para las mujeres rarámuri, el correr no solo es una forma de ejercicio físico, sino también una oportunidad para conectarse con la tierra y el entorno natural que las rodea. Sus tradiciones y rituales están intrínsecamente ligados a la naturaleza, y respetan y honran el medio ambiente como un socio vital en su vida diaria.
A través de su estilo de vida sostenible y en armonía con la naturaleza, esta comunidad nos recuerda la importancia de cuidar y preservar nuestro entorno. Su respeto por la tierra y sus recursos ofrece lecciones valiosas sobre la importancia de vivir en equilibrio con la naturaleza y proteger el medio ambiente para las generaciones futuras.

Además, la etnia rarámuri a menudo lucha por mantener sus tierras ancestrales y proteger su estilo de vida tradicional frente a la influencia de la modernización y el desarrollo. La explotación de recursos naturales y la construcción de proyectos de infraestructura pueden amenazar sus territorios y poner en peligro su forma de vida sostenible y en armonía con la naturaleza.
Reconocer la diversidad
Este logro extraordinario no solo inspira admiración, sino que también resalta la importancia de reconocer y celebrar la diversidad en el mundo del deporte. Las mujeres rarámuri han desafiado los estereotipos y demostrado que el talento y la determinación no conocen límites, independientemente de la cultura o el género.
Es importante recordar que estas mujeres, no solo son atletas extraordinarias, sino también guardianas de una herencia cultural invaluable. Su conexión con la tierra y su estilo de vida sostenible, ofrece una lección valiosa sobre la importancia de vivir en armonía con la naturaleza y proteger el entorno para las generaciones futuras.
Al destacar el talento y la riqueza cultural de las mujeres rarámuri, surge la necesidad imperativa de respaldar y proteger sus derechos y su bienestar. Es esencial reconocer y valorar la diversidad cultural como un pilar fundamental de nuestra sociedad, promoviendo así el respeto mutuo entre todas las comunidades.
Esta carrera fue documentada por Beba Guzmán, productora audiovisual, corredora amateur y co-fundadora de Dos Seis Uno.
De igual manera las fotografías de la carrera fueron realizadas por @edgargaralva las fotografías se pueden consultar en instagram en el perfil de @ra_ra_raaaaaa.







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