En marzo 2020, regresábamos a nuestras casas después de un largo día de clases agradeciendo el puente que se avecinaba en conmemoración al Natalicio de Benito Juárez; mismo que nos permitiría tener un break de la escuela y la carga de trabajo que la misma genera. Sin saber que no volveríamos a las aulas por un tiempo indefinido.  

La mayoría íbamos saliendo de temporada de exámenes, proyectos o simplemente una semana pesada. Lo habitual en nivel medio superior y superior. 

MARZO 2020

Como contexto general y adicional a lo que se avecinaba con la pandemia por el COVID-19, particularmente en marzo el país, se encontraba inmerso en una situación inaguantable; honestamente creo que esta situación no ha cambiado y mucho menos mejorado. 

Las protestas y levantamientos por violencia de género fueron tomando fuerza a partir de la “conmemoración” del día de la mujer el 8 de marzo, protesta en la que participaron: madres de niñas y mujeres asesinadas o violentadas; con el alma desgarrada por las pérdidas de sus seres y cansadas de los oídos omisos de las autoridades, mujeres violentadas, mujeres indígenas privadas de sus derechos humanos. Mujeres representantes y consecuentes del hartazgo de vivir en un país inseguro, violento, machista y feminicida; mujeres mal llamadas «violentas», tachadas de alborotadoras, destructivas y faltas de educación. 

Los tendederos de denuncias anónimas de acoso en las escuelas se estaban viralizando alrededor del país y cada vez más estudiantes y docentes participaban y hacían evidente el acoso sexual que se sufre en las escuelas por parte del profesorado, colegas, alumnos e incluso personal no docente. Lo que comenzó en algunas Facultades de la UNAM, ITAM, IPN, rápidamente fue tomando relevancia e impacto en otras escuelas. No existía brecha socioeconómica, el acoso se expuso tanto en educación pública como en la privada. 

En mi muy particular punto de vista, considero que el “descanso opcional” que nos otorgaron varias universidades a estudiantes, una semana previa a que la SEP anunciará el cierre oficial de escuelas el 20 de marzo fue para simular e intentar desestimar la dinámica de las denuncias y buscar limpiar la “reputación” de las escuelas y sus docentes, o en su defecto evitar que se siguiera “manchando” su imagen. 

regreso a clases
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SALUD

En general la situación crítica de salud que atravesaba nuestro país resultó hasta cierto punto y tal vez sin “querer” conveniente para apaciguar los ánimos que en el país se acrecentaban y enfocarnos en las cifras alarmantes de muertes y contagios que nos arrojaban diariamente las televisoras y medios de comunicación. 

El primer caso de COVID-19 que se detectó en México fue el 27 de febrero de 2020. A partir del 30 de abril, el número de contagios aumentó exponencialmente hasta que conforme pasaba el tiempo nos posicionamos dentro de los primeros países con más alto índice de contagios registrados, esto claro sin tomar en cuenta los casos que nunca fueron expuestos a los agentes de la salud pertinentes.

A partir de que se cerraron las escuelas, comercios y centros de recreación se implementaron y se han ajustado protocolos  de seguridad e higiene personal. Lavado de manos frecuente, uso de cubrebocas en espacios públicos y evitar contacto físico de no ser necesario, etc. 

regreso a clases
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SEMAFORO EPIDEMICO

Durante este tiempo “restrictivo” el país y específicamente cada uno de sus estados, ha cambiado paulatinamente de color en el semáforo de riesgo epidémico, hasta hace algunas semanas la CDMX y Estado de México se habían mantenido en semáforo naranja y no hace mucho se cambió a amarillo. Ahora se prevé que en una a dos semanas CDMX pase a semáforo verde, si es que los contagios siguen en tendencia mínima como se ha venido comportando.  

Claudia Sheinbaum recientemente anunció que el regreso a clases presenciales en junio es una realidad en CDMX, y será aplicable para las instituciones que así lo decidan, de forma escalonada y con las medidas pertinentes de seguridad.   

Algo que ha causado diversas emociones entre los estudiantes, entre ellas… alegría, éxtasis, preocupación, frustración y en otros casos descontento por lo que se puede interpretar como inconsciencia por parte de las autoridades al tomar esta decisión. 

regreso a clases
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REGRESO A CLASES UNAM

Hace unos días Graue Wiechers rector de la UNAM informó que la Universidad retomaría clases en los próximos días, tomando en cuenta los protocolos de seguridad e higiene personal. 

Como exalumna de la UNAM y estudiante de otra institución actualmente, la situación la concibo hasta cierto punto risible, se pretende regresar a clases cuando no hace mucho se hablaba de rezagos en los pagos a profesores, cuando gran parte del alumnado se encuentra en paro indefinido en consecuencia de que se ha hecho caso omiso a sus peticiones, a las agresiones y violencia de género que se ha presentado en las instalaciones tanto a alumnas como a profesoras. 

Se habla de regresar a las aulas cuando ni siquiera se han resuelto las deficiencias internas de la Universidad y es sabido entre los alumnos que la escuela muchas veces ni siquiera tiene cubierto el aspecto del mobiliario, sería muy osado pensar que la Universidad proporcionará de manera ininterrumpida las condiciones idóneas para el regreso a clases de manera presencial.

El regreso debe de ser seguro y reflexionado pensando en los alumnos y el personal académico. En caso de que se lleve a cabo de manera “abrupta” como se puede llegar a percibir, considero que se debe tomar en cuenta el derecho de los alumnos a decidir si asistir de manera consistente de forma presencial o alternar una educación mixta sin posibles represalias arbitrarias en calificaciones como ha sucedido anteriormente con otras situaciones.                                

regreso a clases
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IMPACTO DE LA PANDEMIA

Mi punto no es el de exponer que no sea primordial el retorno a clases, es obvio que lo es. La salud mental de maestros y alumnos se ha visto mermada desde que la contingencia sanitaria comenzó, cientos de miles de alumnos tuvimos que migrar y adaptarnos de manera súbita a la “nueva modalidad” así como nuestros docentes. Sin importar el fenómeno de violencia familiar y la brecha evidente que existe en el país en materia de desigualdad económica. 

Datos del CONEVAL arrojan que hubo un aumento de 8.9 a 9.8 millones de “nuevos pobres” a consecuencia de la pandemia. 

Los niveles de estrés, el desbalance alimentario y económico que se vive en un país donde 1 de cada 4 habitantes sufre de pobreza extrema, elevan los niveles de violencia doméstica en los hogares haciendo víctimas principalmente a niños y adolescentes, de acuerdo con la UNICEF. 

Los niveles de estrés por falta de empleo, dinero y alimentos constituyen un factor predictivo para el abuso físico hacia los menores por parte de sus padres, esta es la deprimente realidad que muchos niños padecen día a día.

La casa suele ser el campo de batalla y la escuela el refugio o distractor que los acoge y los mantiene inadvertidos por unas cuantas horas al día. Es lógico y justificado que estén desesperados por regresar a clases y convivir con algo más que una pantalla y patrones de violencia en sus familias. 

regreso a clases
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REGRESO A CLASES SEGURO

En otras escuelas se habla de retomar labores el siguiente curso correspondiente a agosto; considero que sería lo ideal en todos los niveles, de esta forma el personal académico, el alumnado y los padres de familia pueden tener la posibilidad de prepararse para el nuevo ciclo y  simultáneamente ofrecer un lapso más amplio al desenvolvimiento o comportamiento de la población en semáforo verde con la finalidad de evitar propiciar un catastrófico y prematuro fin a la “libertad” que nos ofrece el color verde y que nos ha valido tanto tiempo restablecer. 

Dentro de las medidas primordiales  para sostener a la población estudiantil salvaguardada en las instalaciones escolares son: 

-Acceso a agua y jabón antibacterial 

-Filtros sanitarios

-Mascarillas y gel antibacterial 

-Limpieza de las instalaciones diaria 

-Señalética con medidas de prevención

Recordemos que somos más de 30 millones de estudiantes los que retornaremos a labores, los espacios de transporte son reducidos y no todas las escuelas están preparadas o cuentan con la infraestructura necesaria para recibir a sus alumnos así sea de manera escalonada. 

Sopeso que la actitud de renuencia que presentan varios estudiantes con respecto al regreso a clases está justificada porque la posibilidad de volver se presentó  intempestivamente.  

regreso a clases
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